La espirómetria es una prueba de función pulmonar que aporta información muy valiosa para conocer el estado de diversas Enfermedades respiratorias.
Es un estudio muy sencillo que no provoca ninguna molestia para el paciente y consiste en medir el aire que se expulsa de los pulmones en cuanto a el volumen y la velocidad con la que sale, de esta forma se pueden tener mediciones objetivas que son importantes para confirmar el diagnóstico del asma, así como medir el grado de severidad de la misma, además de la respuesta al tratamiento. Este estudio es indispensable para el diagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que es provocada por las exposición al humo del cigarro o de la leña.
Quienes deben de realizarse una espirometria?
- Todos los pacientes con asma mayores de 5 años de edad, al menos una vez al año, especialmente antes de iniciar el tratamiento. Así como evaluar la respuesta al tratamiento.
- Todas las personas mayores de 40 años de edad que tienen el antecedente de tabaquismo o exposición al humo de la leña
- Niños mayores de 5 años y adultos con tos prolongada o recurrente.
- Pacientes mayores de 40 años que serán sometidos a cualquier cirugía mayor (como parte de la evaluación preopetatoria)
- Pacientes con cualquier tipo de Cancer que recibirán quimioterapia (antes y después)
- Personas que trabajan en zonas de alto riesgo (minas, industrias con polvos orgánicos o inorgánicos o vapores químicos)
- Pacientes con Enfermedades crónicas pulmonares (por ejemplo Fibrosis Quística, fibrosis pulmonar, etc).
- Pacientes con Enfermedades neuromusculares.
Es muy importante que quien realice la espirometria sea un personal calificado y con certificación para asegurar la correcta realización del estudio ya que este es un factor relevante para la adecuada interpretación del mismo.